Estamos todos de acuerdo que el Casco Viejo es el corazón de Vitoria y para mí tiene algo sentimental porque en él he pasado casi toda mi vida, son muchos los recuerdos que tengo entre sus murallas; en los últimos años he captado por parte de las instituciones querer reforzar a la almendra para que haya más turismo, ¡algo que esta muy bien! pero; yo me pregunto: ¿Hace veinte años existía la Catedral de Santa María; o es que las instituciones tenían una deuda pendiente con ella para recuperar su espíritu?.
Si nos adentramos en la calle Santa María podemos escuchar todavía a los soldados que en todas las edades de nuestra HISTORIA defendían con sus dientes la villa de los invasores (me parece que eso sólo lo escuchamos los que hemos estado cada día caminando por las sucias callejuelas de la colina).
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Ahora se quiere convertir a nuestras murallas en un mercadillo de segunda mano ¡qué se necesita… Sí!... ¡Qué es necesario… No! … Pero ese mercadillo dicen que va a hacer revivir otra vez al barrio y lo llevan personas cualificadas, pero yo de ese proyecto tengo miedo, no por el riesgo sino porque se corre el peligro de convertir la reactivación del Casco Viejo en un chiringuito de playa… ¡locales creativos, museos, catedrales hasta un centro cultural a muy buen precio para el niño o la niña! .
Por un lado tenemos Villasuso y Montehermoso – sobretodo Montehermoso – un centro cultural, qué parece que ya no tienen gusto programando exposiciones pero el palacio es bonito ¡gracias a Dios, qué algo allá es bonito!… Pero bueno, ese es otro tema. Algo más allá se encuentra la catedral de Santa María (colmena de turistas, por siempre y para siempre… AMEN! claro que es la torre más elegante de las cuatro y también la que más dinero da y prestigio social para la ciudad; y teniendo todo esto: ¿Por qué sólo nos acordamos del Casco Viejo cuando vienen familiares o amigos de fuera? Porque eso suele pasar.
Daré una oportunidad a esa reactivación pero me parece a mí que antes de que ese proyecto concluya las cuatro torres acabaran siendo un gran mercadillo social ¡para el niño o la niña!.
20 de Abril de 2009.
Jorge Girbau Bustos
